tag:blogger.com,1999:blog-56271570066086638802024-02-20T14:05:47.042+01:00Ojos de búhoMarta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.comBlogger11125tag:blogger.com,1999:blog-5627157006608663880.post-51676185511617330072011-12-28T21:02:00.000+01:002011-12-28T21:02:24.184+01:00MudanzaAsí es. Me mudo a un nuevo sitio. Abrí <i>Ojos de Búho</i> con el propósito de tener un lugar más o menos privado-personal en el que escribir tanto a nivel periodístico como literario, sin lograr del todo la armonía que buscaba.<br />
Pero ahora que se presenta un nuevo año, y mis ganas de participar en blogger están resurgiendo de las cenizas, he decidido volver definitivamente. No a lo grande, porque por el momento pretendo seguir con cierta discreción mis andanzas, pero sí con la expectativa de llegar a hacer de mi nuevo rincón algo especial como lo fue en su momento <i>Retazos</i>.<br />
<br />
Así pues, sin más dilación, os presento al viejo Germán, que en la primera entrada os da la bienvenida a <a href="http://lopadonoliterario.blogspot.com/" target="_blank"><i><span style="color: #cc0000;">Lopadono literario</span></i></a>, con la esperanza de que disfrutéis tanto de él como yo de volver al teclado y papel.<br />
<br />
<br />
Se despide con un "hasta ahora",<br />
<i>Marta Isern</i>Marta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5627157006608663880.post-83873692776749888132011-11-01T17:01:00.001+01:002011-11-01T17:03:14.604+01:00X<div style="text-align: justify;">Existen personas que, sin más, entran en nuestra vida y la cambian, ya sea en detalle o a grandes rasgos. Personas desconocidas, familiares, viejas amistades, o nuevas. Estos "encuentros" forman parte de la vida misma, pero a veces, si no les prestamos atención, caemos en el error de desperdiciar algo que podría ser decisivo.<br />
<br />
</div><div style="text-align: justify;">Es una reflexión que lanzo al aire, para quien quiera cogerla y analizarla. No me he querido entretener en temas noticiosos (véase Gadafi o similares) porque en estos momentos no tengo el ánimo lo suficientemente "cañero" (dejémoslo con ese término) para meter el dedo en la llaga. Pero prometo tratarlo sin mucha demora.<br />
<br />
</div><div style="text-align: justify;">Volviendo al tema, creo importante extraer de cada día el máximo jugo, incluyendo no sólo lo que en él sucede, sino las personas que en él participan. Cada encuentro fortuito con alguien es único, aunque sea alguien a quien vemos muy a menudo. Y si es alguien a quien, con casi total seguridad, no volveremos a ver, más razón aún para llevar a cabo esta práctica.<br />
<br />
</div><div style="text-align: justify;">¿Y alguien adivina el problema? Que no lo hacemos. Nos levantamos con el desánimo y el tedio de tener que enfrentarnos a un nuevo día, en vez de estar agradecidos por recibirlo sin haber hecho nada a cambio por merecerlo.<br />
<br />
</div><div style="text-align: justify;">La ironía y el sarcasmo están muy bien. El escepticismo y el cinismo resultan divertidos desde el punto de vista de alguien con un sentido del humor negro y ácido. No obstante, todo tiene un límite. Y a veces esos aditivos que visten la realidad bajo una capa de crítica aparentemente intelectual, sólo entorpecen el camino hacia una visión más positiva. Y cuidado, con esto no pretendo criticar la ironía, pero sí el mal uso que muchas veces se hace de ella.<br />
<br />
</div><div style="text-align: justify;">En conclusión, es necesario ponerle mejor cara a la vida, fijarse más en sus detalles -y aprovecharlos-, aportar una mayor predisposición a la rutina diaria, y más sentido del humor, no sólo irónico-sarcástico, también franco. Y sí, la teoría muy fácil. Pero tampoco es tan difícil llevarlo a la práctica. Con voluntad todo se consigue.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">________________________________________________</div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Al final, parece esto un discursito cuyo único propósito es reñir y reñir. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">¡Pero conste que me añado en todos y cada uno de estos aspectos!</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Marta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5627157006608663880.post-40488802231684799332011-09-18T14:24:00.000+02:002011-09-18T14:24:24.312+02:00IX<div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><i>Títeres</i></span></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><br />
</div></div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">Se siente completamente desnuda si se aleja de la razón. El mundo gira tras ella y ella no forma parte de él. Se traga la voz ronca en el suspiro, se retuerce las manos en la caricia. Se sacude el corazón en un gesto simple y certero. Corren rumores acerca de la locura, son tiempos difíciles para las almas a contracorriente. Ella se aleja mientras el mundo sigue su órbita sin percatarse de su fugitiva. Dicen las malas lenguas que huye de sí misma, quizás no vayan desencaminadas. Que es su peor enemigo, ella lo sabe; también sabe que inmolarse está mal visto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">− Nunca entendí lo que todos sabían− admite tras la segunda copa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div></div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">El bar es un murmullo de voces inconexas. Revolotean, sobrevuelan cabezas dejando su destino al libre albedrío. A veces capta una palabra, un sonido, el énfasis de una entonación; cosas que sacadas de contexto se transforman en lo que uno desee. Siente que tiene el poder de dirigir las emociones que transcurren en la estancia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">− Porque nunca prestaste atención a lo claro y conciso.</div><div style="text-align: justify;">− Desdeñar lo evidente enseña a ver más allá y a comprender lo complejo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Toma un trago. Cierra los ojos. Inspira. Vuelve a abrirlos. Todo sigue igual. Pero ella no es la misma. Cada golpe del tiempo moldea su perspectiva y convierte el trozo de mármol en una escultura que lentamente se alza entre los escombros. Mira con ojos tiernos, pero no es ternura lo que se esconde tras ellos. La oscuridad es un pozo sin fondo que entraña los mayores secretos. Se muerde los labios tras el silencio, tratando de medir sus gestos y escoger las palabras adecuadas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">− Nunca me gustaron los títeres.</div></div>Marta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5627157006608663880.post-63350915024509700962011-08-31T15:05:00.001+02:002011-08-31T19:15:59.652+02:00VIII<div class="MsoNormal"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Desvelo</span></i></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Pongamos que hablo de amor y del sonido de tu voz. Del eco fuerte que repercute en mi corazón y se extiende hacia cada vértice de mis tejidos. Pongamos que hablo de amor y de la fuerza que desprende tu mirada. De la locura que se desata en mi fuero interno si me adentro en tus pupilas. Caigo, y no recuerdo quién soy, ni quién fui antes de caer. Olvido mis actos. La profundidad aquí abajo es tan latente que se asemeja al sueño. Y yo soy un soñador atrapado en su propia realidad. Las palabras fluyen y juegan conmigo. Las observo bailar y desvanecerse. Todo aquí es distinto. Pongamos que hablo de amor y de tu risa. La carcajada convertida en melodía. Serena, limpia, sincera. Pongamos que hablo de amor y agito mi corazón como bandera. Pongamos que yo soy un loco, y mis palabras, fruto de mi cordura.<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">_______________________</div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">No, hoy no es domingo. Pero os dejo esta sorpresita fruto de mis días trasnochadores.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Parece ser que tanto mi lado periodístico como literario están equilibrándose de nuevo. Vuelvo a la carga.</span></div>Marta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5627157006608663880.post-13603098675854932632011-08-28T22:50:00.000+02:002011-08-28T22:50:13.904+02:00VII<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No puedo negar que me gustaba imaginar cómo serían todos aquellos hombres rendidos ante el inevitable juego de seducción que se procesaba en el burdel de Madame Morgana. Suponía algo tan fascinante para mí que al poco tiempo se convirtió en uno de mis pasatiempos predilectos. Me resguardaba allí, copa en mano y mirada al frente, contemplando de vez en cuando el ir y venir que se producía. Era un ritual que se repetía noche tras noche, sin interrupciones ni esperas absurdas. Seguía un curso inapreciable a simple vista, y yo me lo bebía a sorbos, lentamente y con cierta lascivia fingida. No podía, claro está, evitar las miradas incrédulas e inquisitivas de todos esos visitantes que se preguntaban el motivo de encontrar allí a una mujer joven frecuentando un local de semejante calibre. Yo me reía y bajaba la mirada, apuraba el último trago y pedía otra copa. Me desabrochaba un botón de la camisa, me quitaba los pendientes. Lanzaba un suspiro atormentado. Madame Morgana sonreía con los labios, yo adivinaba preocupación en sus ojos. No puedo negar que me gustaba imaginar cómo serían todos aquellos hombres, pero de algo estoy segura: ellos sentían mayor placer imaginando cómo sería yo ante el juego de seducción que allí se procesaba.<o:p></o:p></div>Marta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5627157006608663880.post-17131613768518478632011-08-20T21:46:00.001+02:002011-08-21T00:36:09.565+02:00VI<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">La televisión pública (I)</span><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">Debo confesar que últimamente me hallo más crítica que literaria, por lo que ruego que me disculpéis por no subir ningún relato. Llevo días con un pensamiento que no para de rondarme, y estoy segura de que muchos de vosotros lo habréis apreciado en más de una ocasión: ¿Cuál es el grado de influencia de la política sobre la prensa?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sin duda alguna, el grado es muy elevado. Tanto, que su simple ocultación se hace tan evidente como un secreto a voces. Todos lo conocen, pero nadie hace nada al respecto. ¿Y por qué? La respuesta es clara sabiendo quién tiene el poder para tomar cartas en el asunto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Podemos hablar de justicia, de realidad, de resignación... pero por mucho que lo hagamos, no llegamos a ninguna parte. Televisión pública y privada, tanto una como otra se posicionan hacia un bando. En el caso de la televisión privada, es algo que todos tenemos asumido, pues es inevitable guste o no; pero en el caso de la televisión pública tocamos un punto mucho más delicado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lo primero de todo, al igual que en un ensayo, debemos proceder a definir la palabra<i> público</i>, para asegurar el entero conocimiento del término.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dentro del contexto tratado, entendemos por público aquello opuesto a lo privado, es decir, para todos los ciudadanos o para gente en general, y aquello del Estado o de sus instituciones o que está controlado por ellos<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">*</span>. Así pues, asumimos que la televisión pública es gestionada por el Estado, pero ello no implica que deba beneficiarlo, sino que debe ser objetiva y neutral en sus difusiones, puesto que es algo que pagamos todos con nuestros impuestos. Y nosotros, como espectadores, merecemos conocer los hechos al detalle.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Esta conclusión tan clara y lógica parece no ser entendida por los altos cargos del gobierno (sean quienes sean según la ocasión). De este modo, nos encontramos que la televisión pública, aquella que mantenemos con nuestros pagos para que nos ofrezca una información veraz y equilibrada, no es más que un instrumento de información subliminal que busca favorecer al partido político del momento. Cada cambio producido dentro del gobierno repercute en la televisión pública (véase el ejemplo de las alteraciones en el Telediario tras cada elección)**, y no debería ser así, puesto que si se nos ofreciese una televisión neutra no deberían acometerse variaciones que pudieran declinar la balanza hacia el lado más beneficioso. ¿Beneficioso para quién?, deberíamos preguntarles. Desde luego, para la audiencia no.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Algunas instituciones como la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España), han denunciado este hecho repetidas veces, sin lograr cambios evidentes, pero ése es un tema que me gustaría tratar más adelante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¿Qué pensáis vosotros de todo esto?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">_________________________________</div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 10px;">*Definiciones sacadas de la RAE</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 10px;">** Un ejemplo de lo que quiero decir: <a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/12/television/1313172088.html">Link 1</a>, <a href="http://www.20minutos.es/noticia/1133012/0/pp/ana-pastor/desayunos-tve/">Link 2</a>.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Marta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5627157006608663880.post-83787275679471724012011-07-25T02:18:00.002+02:002011-07-25T02:22:36.802+02:00V<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Recuerdo con nostalgia aquellas mañanas que nos sorprendían acobijados bajo las sábanas, abrazados el uno contra el otro, y aquel instante decisivo en el que despuntaban los primeros rayos del alba y se posaban sobre tus párpados. Arrugabas la nariz y la frente, tratando de disipar la luz y recobrar el sueño perdido, y al final, rendida, acababas por sentarte apoyada contra el cabecero de la cama, y sacudiéndote el pelo me acariciabas con esa enorme sonrisa que sólo el amanecer podía concederte. <o:p></o:p><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">−¿Qué prefieres hoy, pastel o helado?- preguntabas, y sin embargo ya conocías mi respuesta.<o:p></o:p><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">−No tenemos ni una cosa ni la otra, ¿por qué me lo ofreces?- entonces te reías y me alborotabas el pelo.<o:p></o:p><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">−Anda, ya voy yo a preparar el café. <o:p></o:p><br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y nos gastábamos, desprendíamos lentamente con miradas aquella felicidad tan sencilla, tan simple, que se nos antojaba tan fácil como el simple hecho de respirar. Pero la fragilidad de uno y de otro se tornó tan sólida que no supimos afrontarla como hubieran hecho otros incluso menos valientes. Y eso es lo que nos pasaba, pequeña, fuimos tan cobardes que cuando las cosas no se nos presentaron tan ligeras como el respirar, se nos quebró todo aquello que habíamos forjado con tanto cuidado y mimo.<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">______________________________</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 10px;">Siento mucho el abandono temporal que está sufriendo el blog últimamente. Estoy pasando todo este mes de Julio en Oxford y entre que al principio no tenía wi-fi y que después he estado en un constante ir y venir, apenas he tenido tiempo para ponerme frente a la pantalla tranquilamente y escribir. Espero que a partir de la semana que viene todo vuelva un poco a su cauce habitual.</span></div>Marta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5627157006608663880.post-57033700370828693902011-06-30T21:41:00.001+02:002011-06-30T22:02:21.939+02:00IV<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">La prensa rosa (I)</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Periodismo versus <i>porterismo<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">*</span></i>. A eso debemos enfrentarnos continuamente todos aquellos que tenemos el propósito de dedicarnos al mundo de la información de una manera seria y profesional. ¿Pero cuál es el punto que delimita una cosa y otra?</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Cuando hablo de porterismo, hago referencia a todos aquellos<i> pseudoperiodistas</i> que, dejando a un lado los conocimientos necesarios de derecho que requiere la profesión, no tienen en cuenta la disponibilidad de pruebas sobre las que fomentar sus argumentos y opiniones acerca de los hechos a debatir, ni son capaces de ver cuál es la frontera que, un vez sobrepasada, puede traducirse en falta de respeto e invasión de la intimidad.<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Respeto y conocimiento son los dos requisitos fundamentales a la hora de ejercer la labor de forma correcta y sin tacha. Respeto, hacia todos los sujetos que intervienen en el tema a tratar y hacia todos aquellos que pretenden debatir y opinar acerca de ello; conocimiento, sobre aquello que planteamos y exponemos sobre la mesa para poder hablar con propiedad y fundamento.<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Sin una cosa u otra, no puede nunca haber buen periodismo. ¿Y qué tenemos a cambio? Supuestos debates que buscan el morbo y el escándalo gracias a su frivolidad y a la poca entereza intelectual que demuestran. Títeres sin clase alguna que se mueven por los hilos de la audiencia, con espectáculos protagonizados por personajillos que carecen de cultura y juegan a periodismo de investigación. Me tomo la libertad de lanzar un humilde comunicado: “Por mucho que digan, eso no es ni será nunca periodismo”. Dudo que tales personajes tengan título alguno; de tenerlo, me pregunto qué estuvieron haciendo durante los cuatro años de carrera. Desde luego, prestar atención en clase, no.<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">_________________________________</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"><i>* </i>La palabra<i> porterismo </i>es una palabra inventada y, por tanto, no reconocida por la RAE. Con ella no pretendo insultar de modo alguno a todos aquellos profesionales que siguen dedicándose hoy día al cuidado de portales de edificios y a su vigilancia para seguridad de todos los que allí residen.</span></div>Marta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5627157006608663880.post-86915218803603849742011-06-26T21:15:00.000+02:002011-06-26T21:18:35.880+02:00III<span class="Apple-style-span" style="font-size: 11px;"><a href="http://grooveshark.com/s/Blue+In+Green/3QcRTH?src=5">Clic</a> para ambientar</span><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">Me observabas como el felino que acecha a su presa. Una mirada apenas perceptible que se clavaba por los cuatro costados. Yo bebía mi tercer whisky fingiendo serenidad, pero tus gestos, terriblemente estudiados, desviaban mi atención. Manos blancas y labios carmín, unidos en armonía tras la suave calada al cigarro; luego humo, y el rostro enmarcado en su etéreo movimiento. Eras una película de los años cincuenta sin estrenar. Tu silueta evocaba grandes figuras de la talla de Ava Gardner o Ingrid Bergman. Tenías la sensualidad de una en párpados, labios y caderas, y de la otra la inocencia sutilmente escogida en todos tus ademanes. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Las primeras notas de un saxofón solitario me sorprendieron tratando de adivinar tu edad. Tus ojos decían no más de veinte; su expresión, casi una eternidad, y tus labios se relamían con aires de nínfula. Me sentía como el profesor Humbert, aprisionado por la pícara astucia de Lolita. Había entrado en tu juego mucho antes de conocerlo, y sin embargo, la embriaguez del éxito me consumía hasta los bolsillos. Un juego de miradas sin ases en la manga, apostando con licor las derrotas y ganancias. Cuando quise darme cuenta, te habías acercado lentamente, segura y firme sobre tus pasos de tacón, para decirme las palabras que determinarían el final de nuestra noche: <i>Monsieur, le jazz il se sent mieux à l'intimité</i>.<br />
<br />
________________________________<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: 11px;">A partir de ahora, todos los domingos un relato. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"><br />
</span></div>Marta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5627157006608663880.post-18865770764862633802011-06-11T13:45:00.000+02:002011-06-12T03:23:37.274+02:00II<div style="text-align: justify;"><span style="color: black;"> <br />
He perdido ya la cuenta del número de veces que me he parado a contemplar todo cuanto me rodea, y al final del proceso siempre llego a la misma conclusión: el mundo está loco. El mundo gira en su órbita y nosotros giramos en su propia locura. Una locura grácil, disparatada, absurda, patética, que se contonea con soltura ante los andares ajetreados de cada uno de nosotros. Señala con el dedo y se ríe, descarada, insolente, porque sabe que maneja a su antojo todo títere viviente. Y no nos damos cuenta.</span><br />
<span style="color: black;"> <br />
<span style="color: black;"><b>No pretendo aportar una visión apocalíptica</b>, ni mucho menos, yo siempre me he considerado más bien del grupo de los integrados</span><span style="color: black;">*</span><span style="color: black;">, de aquellos que se adaptan a las circunstancias y sacan su partido de ello- ¡Qué remedio!-. Mi propósito es aportar una reflexión global, una reflexión que, si se me permite, clasifico como realista y no pretende engañar ni escandalizar, simplemente exponer e ilustrar las cosas como son.</span><br />
<br />
<b>7000 millones de habitantes en el mundo</b>, y a sus espaldas, una historia repleta de arte, cultura, tradición, guerras, revoluciones y movimientos que cambiaron el curso de las cosas. ¿Qué ha cambiado? Nada. Nos movemos en el presente, en la historia del presente. Con nuestros actos estamos conformando aquello que repercutirá en el futuro, la única diferencia es que los protagonistas no son aquellos personajillos sacados de otra época, somos nosotros. Y no somos conscientes. Nos comportamos como malcriados, somos los niños caprichosos de la historia; lo llaman la Sociedad de la Información, yo lo llamo la Sociedad de la no-formación. Porque terriblemente es así: no estamos formados. </span><br />
<span style="color: black;"></span><br />
<span style="color: black;"><b>La sociedad no está formada</b>, no está preparada, se desentiende de todo aquello que se le presenta complejo o problemático. Sólo unos pocos muestran la suficiente capacidad y entereza para encarar las dificultades, pero ¿y el resto?, ¿qué ocurre con el resto? No queremos escuchar sucesos escabrosos porque nos resulta desagradable, no queremos hablar de situaciones críticas porque "es mejor hablar de cosas más alegres", y así vamos. Esquivamos el disgusto y a ver si con un poco de suerte desaparece. Lamento anunciarles, señores, que las cosas no van así. Y lo primero de todo, poner los puntos sobre las íes; y a las cosas, por su nombre, que ya tenemos una edad, ¿o es que acaso llamamos al perro<span class="apple-converted-space"> </span><i>guauguau</i><span class="apple-converted-space"> </span>y al gato<span class="apple-converted-space"> </span><i>miaumiau</i>? Pues con esto lo mismo. Tan sólo se trata de trasladar las viejas enseñanzas a la actualidad y adaptarlas a las circunstancias.<br />
<br />
<b>¿Que el mundo está loco?</b></span><span style="color: black;"> Pues claro. La propia naturaleza guarda en sí misma esta locura que impregna cada uno de nuestros poros. Nos movemos en el frenesí de un cambio constante: cuando no se trata del clima, se trata de la política, de la vida familiar, de las relaciones y las amistades, del trabajo o las aficiones. Y en esta ebullición del cambio es donde se encuentra ese núcleo de locura disparatada. No es cuestión de evitarla o hacerla desaparecer, el objetivo no es disiparla sino aprender a vivir con ella, adaptarse a ella. Y del mismo modo que el primer homínido se buscó una cueva para adaptarse a los cambios del tiempo, nosotros también debemos encontrar aquella fuerza interna, aquella voluntad, que nos permita adaptarnos a este mundo inconstante regido por una sociedad igual de inconstante y aún primeriza.<br />
<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">______________________________________________________</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: 10pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">*Véase </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 18px;">Umberto Eco, <i>Apocalípticos e integrados</i>. Barcelona: Lumen. 1965</span></span></span><br />
<b><br />
</b><br />
<div class="MsoNormal"><b><sup><o:p></o:p></sup></b></div><div class="MsoNormal"><b><sup><o:p></o:p></sup></b></div><div class="MsoNormal"><b><sup><o:p></o:p></sup></b></div> </span></div>Marta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-5627157006608663880.post-89998851426499655202011-06-03T19:46:00.000+02:002011-06-11T13:47:02.295+02:00I<blockquote><div style="text-align: center;"><i>El periodista no cree, es crítico. Cuestiona el texto, el discurso. Hace doble lectura, interpreta. El texto le ayuda a reafirmar su idea sobre los hechos.</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;">Es indudable el hecho de que toda aquella información que proviene de una persona es, por fortuna o por desgracia, subjetiva. Esta información no tiene por qué no ser veraz, pero sí presenta mayores motivos por los que ser discutida e interpretada desde distintos ángulos. Es aquí donde reside el particular encanto del ser humano.</div><div style="text-align: justify;">En los géneros informativos -que no de opinión-, cuyo principal modelo es la noticia, el buen periodista debe tratar de ser lo más transparente posible para ofrecer la información tal y como es, sin ninguna clase de alteración que pueda profanarla. Esta visión, sin embargo, debemos calificarla de utópica, puesto que, pese a ideal, es imposible; la información siempre se muestra sesgada, de un modo u otro, por mucho que nos pese.</div><div style="text-align: justify;">Pongamos por ejemplo la visión de un niño, considerado por opinión popular el sujeto más inocente de la sociedad. Esta visión ya nace alterada en un campo de percepción personal que se encamina hacia uno u otro sentido según el resultado más conveniente. Teniendo en cuenta que este hecho evoluciona en decadencia a medida que avanzamos en edad, ¿cómo podemos esperar que realmente los medios ofrezcan una visión limpia, neutra e imparcial?</div><div style="text-align: justify;">El uso de ciertos verbos, de adjetivos calificativos, la elección del objeto temático... son algunos de los factores que impiden la plena objetividad a la hora de transmitir un mensaje que, en este preciso caso, pretende ser noticioso y tener cierta repercusión en la sociedad.</div><div style="text-align: justify;">La neutralidad y la imparcialidad pocas veces forman parte de los objetivos perseguidos por los periodistas.<br />
Muchos medios venden la garantía de objetividad, cuando en realidad estafan a sus lectores, oyentes, o a su público, en general. A diario vemos cómo estos se posicionan acercándose cada vez más hacia aquellas ideologías que persiguen, sin tener en cuenta que muchos observadores ya se han cansado de este interminable tira y afloja que se llevan todos entre manos. Parecen haberse olvidado de aquellos férreos y nobles principios en los que se rige el buen periodismo, centrándose únicamente en su éxito personal y en sus frutos como líderes de opinión. Me apena, a decir verdad, que esto sea así, puesto que sólo aquellos que se mantengan al margen de esta corriente y se muestren firmes en la idea de profesionalidad lograrán el cambio necesario que nos aleje del eterno tedio- <i>l'ennui</i>, en pluma de Baudelaire-.</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Marta Isernhttp://www.blogger.com/profile/00425832305180605559noreply@blogger.com4